Niñas

Diez días después he podido subir la foto de mi desayuno.
Ahora lo leo y me parece una chorrada, pero ese día me parecía una idea genial.
Así es la vida y así son los diarios, los tengo todos en el pasillo de mi casa.
Casi veinte años (que exagerada) hace que escribí el primero.
Los releo cuando estoy muy muy muy muy aburrida y además de darme cuenta de lo coñazo que son, y en esto le tengo que dar la razón a mi hermana que los leía a escondidas para luego confesarme con los años que era decepcionante y que lo que mas le molaba era todo el ritual de encontrar la bendita llavecita;
me doy cuenta de que revivo cada momento.
Me acuerdo perfectamente de ese día y de ese sentimiento y lo peor de todo es que tengo que pensármelo dos veces para darme cuenta de que realmente era una chorrada, de que todo era infantil e inmaduro como yo, como esa niña de 15 años que nada tiene que ver con las niñas de 15 años de ahora. La diferencia fundamental? que las de hoy no son niñas, nosotras si lo eramos.

Me traje a una niña de ese pasado. Luisa.
Todo el puente con ella, un lujo.
Ya se lo dije, "menos mal que nuestros maridos se llevan bien"
La friolera de 16 años siendo amigas.
Ella me enseñó a fumar, ella me presento a mi novio de adolescencia, Jorge,
con ella pasé mis primeras noches fuera de casa,
lo que nosotras llamábamos "Nochecitas" y que consistían en ponernos guapas,
ir con el poco dinero que teníamos a tomar algo de alcohol, casi siempre un par de chupitos que se llamaban "Nada" en un bar de mala muerte y a las dos horas y muertas de frío nos íbamos a una cafetería "Momentos" a escribir en una miniagenda que aun conservamos, nuestros sueños y aspiraciones
hasta las diez de la mañana que teníamos que ir a misa con sus padres.
Ya lo he dicho antes: niñas.

Sábado por la tarde, domingo y lunes hasta las cuatro.
Las Rias Baixas, una muestra de Portugal y nosotros cuatro.
Sanxenxo, Combarro, Cambados, O Grove, La Toja, Porriño, A ValenÇa Do Miño y Tuy.
Genial.
Me lo he pasado genial, desconecté totalmente.
Es mágico porque sin necesidad de hacer nada en especial, todo es especial.