Collares y globos

Ya esta mi niña en casa.
Después de dos semanas de intríngulis de nuevo Pau esta en casa.
Me siento mala madrina.
Apenas la puedo disfrutar, cuatro o cinco días al año como mucho.
Me acuerdo de cuando era un bebe, cada vez que la cogia se echaba a llorar y el dia de su bautizo yo con ella. Cuando salimos de la iglesia, la gente del pueblo de Jesus me decía que yo era una mala madrina porque no la habia cogido en toda la misa, que en realidad no era madrina por no haberla cogido. Yo que sabía. Ni yo ni Moni. Estabamos muy ocupadas sudando la gota gorda con las cien mil velas que teníamos delante. Yo la ayudé en lo que pude, pero no se nos ocurrio que yo tenía que cojer a la niña en brazos.
Quien sabe igual sólo era el principio.
No puedo estar en sus cumpleaños, ni en Navidad,
ni en Semana Santa para darle el huevito de Pascua.
No puedo jugar con ella, ni achucharla, ni consolarla cuando esta mala.
No puedo reirme con sus ocurrencias y cuando la veo y ella se hace a mi yo ya me tengo que ir. La ultima vez que la vi fué asomada en la ventana de la cocina de mi casa diciendome adios. Tuve que tragar saliva al arrancar el coche.
Me consuela pensar que tal vez dentro de unos años decida venir en vacaciones a la playa o yo que se, cuando discuta con Mónica ...
me gusta pensar que algún dia seremos un poquito complices y a mi manera podre consentirla.
De momento vivo su vida a traves de la madrina suplente, de mi madre, a la que se que adora. Todos los lunes hay noticias de Paula.